La noche del miércoles 17 de diciembre de 2025, el ex jugador Christian Bolaños Navarro recibirá un homenaje en el Ricardo Saprissa. Su camiseta número dos estará colgando en el sector este de nuestro estadio.
El Morado nació el 17 de Mayo de 1984 en Hatillo, San José. Sus primeros pasos en el fútbol los dio con la camiseta del Deportivo Saprissa, donde debutó en primera división el 11 de diciembre de 2001, en un juego contra Osa, en condición de visitante, con apenas 17 años de edad.

Desde ese entonces, hasta hoy, la historia de Bolaños es indivisible a la del Deportivo Saprissa. Su ADN Morado, su trayectoria, sus logros, su forma de conseguirlos y, sobre todo, su manera de defender los valores de nuestra institución, lo convierten en una de las leyendas más notables de la historia del club.
Esa histórica camiseta número 2 que usó “Bola” en toda su carrera tiene una anécdota detrás. Cuando Vladimir Quesada (que usó ese número), actual Director Técnico del Deportivo Saprissa, se retiró, le dio a Christian su camiseta y le dijo: “tómela y hágala más grande de lo que ya es”. Y el resto es historia.

Su primer tanto en la Primera División fue el 13 de marzo de 2002, contra Limonense, en el Ricardo Saprissa. Y por si fuera poco, lo hizo con asistencia de su hermano Jonathan Bolaños, un primer gol poético que marcó el inicio de una época que será recordada por todo el saprissismo.

Tan solo tres años después, en la final de la Copa de Campeones de la Concacaf en el 2005, Christian marcó un importante gol en el juego de ida de la final del torneo contra Pumas que, a la postre, consagraría al Monstruo como el ganador de dicho campeonato que le dio su paso al mítico Mundial de Clubes que se efectuó en Japón.
Ya en suelo asiático, el legado de “Bolañitos Querido” se acrecentaría. El 12 de diciembre del 2005, Saprissa se enfrentó a Sidney FC en su primer juego del Mundial de Clubes y, tras una gran asistencia de Randall Azoifeifa, el Morado marcó un gol memorable.

El tanto de “Bola” fue recordado por lo decisivo que fue, por su significado, por la dedicatoria que le hizo a su padre, por sus lágrimas y por una narración icónica que lo acompaña incluso hasta el día de hoy.
“Viene con todo Bolaños, cortó Bolaños, le quedó a Bolaños ¡GOOL! ¡Bolañitos Querido! ¡GOOOOL! Oye como va, Saprissa, Bolaños y el gol, que rico. ¡Oye como va, Bolaños, Saprissa hizo el gol: BOLAÑOS! Gana el equipo centroamericano, llora Bolaños porque gana en Japón, esto es histórico para el equipo centroamericano”, narró Juan Manuel “Bambino” Pons en aquella madrugada que unió a todo el Saprissa en un a celebración de un tanto inolvidable.

Luego de eso, la historia todos la conocemos. Saprissa se dejó el tercer lugar de una icónica competencia para el Deportivo Saprissa y para el país y, posteriormente, fue nombrado el balón de bronce del evento, junto a Steven Gerrard del Liverpool y Rogerio Ceni del Sao Paulo.

Jugó en Dinamarca (Odense y Copenhague), Noruega (IK Start), Qatar (Al-Gharafa) y MLS (Whitecaps), con Saprissa ganó un total de 10 cetros domésticos y, el último que obtuvo, llegó tras una asistencia impecable en la Saprihora que selló su legado con una estrella más.

Definitivamente un homenaje merecido, de un jugador que refleja los valores del Saprissismo, pero que también marcó una época en el club ¡Felicidades, Bola!






