Su sueño comenzó a los dos años con un balón en Limón y este lunes se convirtió en realidad, justo un día antes de su cumpleaños número 19. El joven delantero debutó con el Deportivo Saprissa en la Primera División, escribiendo un capítulo inolvidable en su corta carrera.
La noticia llegó con la emoción de lo inesperado. Fue Marco Herrera quien le confirmó al jugador la oportunidad que tanto había esperado: “Vas con la Primera”. Para Johnny y su familia, esas palabras fueron el inicio de una jornada mágica.
Primo del padre de Kenay Myrie —ahora su compañero de equipo—, Johnny siempre dio muestras de talento. A los 15 años debutó en la Liga de Ascenso, el 14 de agosto de 2022, y mucho antes ya había vestido la camiseta morada, cuando se integró a la U12 de Saprissa siendo el más pequeño del grupo.
Johnny Myrie debutó en Primera División al minuto 77 del partido ante Pérez Zeledón, ingresó por Mariano Torres.
La pandemia, sin embargo, lo obligó a hacer una pausa. “No quise jugar más fútbol. Estaba desenfocado, no estudiaba, extrañaba Limón y mis papás me entendieron”, recuerda. Pero la pasión pudo más.
Tras un paso por Limón, Roy Myers lo llamó y volvió al club tibaseño en septiembre del 2024 para unirse al equipo U19. Tres semanas después, ya entrenaba con el alto rendimiento. No todo fue sencillo.
“Estaba con mis papás y les dije: ‘¿Ustedes saben lo que es debutar un día antes de mi cumple?’”
Varias lesiones lo hicieron dudar de su futuro. “Hubo noches en que no podía dormir pensando en que se me estaba yendo la edad de pegar. Sentí que el tiempo se me escapaba, pero nunca perdí la fe”, confiesa.
Esa fe lo sostuvo hasta reencontrarse con su mejor nivel en la U21, donde comenzó a anotar y a llamar la atención de los técnicos del primer equipo.
El debut soñado
Después de jugar un partido con la U21, apenas tuvo tiempo de recuperación. Vladimir Quesada lo incluyó en la lista para enfrentar a Pérez Zeledón en La Cueva, en un partido crucial para Saprissa. El escenario no podía ser mejor: debutar con la camiseta morada, en casa, y a las puertas de su cumpleaños.
“Estaba con mis papás y les dije: ‘¿Ustedes saben lo que es debutar un día antes de mi cumple?’”, contó entre risas.
Al minuto 77, con el estadio celebrando una cómoda ventaja, Johnny recibió la señal desde el banquillo. Entró de cambio por el capitán Mariano Torres y, en ese instante, marcó su nombre en la historia de Saprissa.
El joven delantero mostró sus cualidades y dejó buenas sensaciones. En el camerino, escuchó consejos de figuras como Kendall Waston y Óscar Duarte: “Me dijeron que debía seguir con humildad y trabajando fuerte, porque el trabajo siempre premia”.
Incluso Mariano Torres, a quien reemplazó en la cancha, lo alentó: “Nos felicitó y nos dijo que cabeza arriba, que no podemos quedarnos aquí nada más”.
Un cumpleaños diferente
Hoy, Johnny Myrie celebra sus 19 años con la satisfacción de haber cumplido un sueño y con la certeza de que apenas comienza el camino. “Este debut va dedicado a mi abuela, que murió hace ocho años y siempre creyó en mí, y a mis papás, que nunca me han dejado solo”.
La historia del muchacho tímido de Limón que un día pensó en dejar el fútbol, ahora se escribe con tinta morada. Saprissa le abrió la puerta, y él respondió con la ilusión de un joven decidido a conquistar el futuro.
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